El teniente 1° Post Mortem Roberto Estévez, a la derecha de la imagen, junto a un camarada. Malvinas, 1982.
El 2 de junio, salió publicada una carta de lectores de Federico Gastón Addisi en el diario “La Nación”, en la que señala y retruca más subjetividades volcadas en la nota que sacara el matutino el 25 de mayo referida a la presentación del libro “Estévez, vida de un Cruzado”:
“Señor Director:
El día 25 de mayo pasado se publicó una nota titulada “Volvió Seineldín y habló de Dios y del demonio”. En la misma se comenta sobre “la vuelta de Seineldín”, sacando de contexto la presencia del coronel en la presentación de mi libro “Estévez, vida de un cruzado” y se ignora todo comentario a la cuestión de fondo: el libro mismo. En este marco, y por haber sido Jefe del Regimiento 25, en el que revistara Roberto Estévez (quien ofrendó su vida heroicamente en la Guerra de Malvinas), debe entenderse la presencia de Seineldín.
Por otra parte se incurre en un error al decir que dicho evento terminó en un escándalo y que el público se retiró ante supuestos dichos contra el “kirchnerismo”. Al respecto cabe aclarar que el salón donde se efectuó el acto estuvo colmado por gente que permaneció emocionada hasta el final de la presentación que tuvo como único tema la “cuestión Malvinas”, “la desmalvinización” y la figura de Estévez.
Tan negativo comentario generó que muchas entidades comprometidas con la editorial en la compra del libro se negaran a adquirirlo. No señalo esto por un afán de lucro; todo lo contrario, pues ignora el destacado periódico que las regalías de los libros fueron donados por mi persona a la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas, y a la familia de Roberto Estévez. Por lo que un desdichado comentario terminó generando grandes perjuicios que no dudo, la presente aclaración reparará.
Atte,
FEDERICO ADDISI
DNI 23.771.049”.
A raíz de esta carta de lectores, que, dicho sea de paso, no suscitó ninguna nota de redacción al pie de la misma por parte de la editorial de “La Nación”, lo cual hace cada vez que reafirma su propia posición, motivó varias felicitaciones para con lo expresado por Addisi, al tiempo que se solidarizaban con él. Transcribimos dos casos:
“Señor Federico:
Que bueno es aclarar las situaciones, que intentan ensuciar a quienes realmente tanto hicieron por la Patria.-
Nuestra función es pasar la posta, para que las futuras generaciones, sepan la verdad sobre Malvinas.-
Como conocida del Coronel, llevo Malvinas en mi corazón, desde 1982, trabajo en la causa ad honores.-
Justamente hoy, también se publicó una carta de lectores, de mi autoría y casualmente ví la suya por Malvinas.-
Nuevamente gracias por aclarar situaciones sobre nuestros héroes y nuestra gesta.-
Arq. Mónica Berraz”.
Y la otra carta, decía:
“Estimado Señor:
Totalmente de acuerdo en lo que ud. expresa, dígame por favor donde puedo adquirir el libro de su autoría.
Lo felicito por los conceptos por ud. vertidos, son los de todos los argentinos de bien que habitamos este suelo tan querido, por el cual hombres como Estévez o Giachino han dado su vida, al igual que el resto de aquellos que dejaron sus huesos para abonar la turba de Malvinas o las profundidades del mar argentino.
Lo saludo afectuosamente,
Jorge José Bacigalupo
Sargento (R) Policía Federal Argentina”.
Creemos que hechas todas las aclaraciones del caso, después de ésta desmentida, más la aceptación tácita de “La Nación”, y sumado a los correos de apoyo, no caben dudas de que la presentación del libro fue un éxito, y que el móvil que constituyó e hizo posible el acto no fue otro que el espíritu de Malvinas, el mismo que conmueve el alma de todo argentino bien nacido y mejor intencionado.
Parece mentira que pasados más de 25 años desde la jornada en que recuperamos la soberanía nacional de las islas Malvinas, todavía haya que esquivar determinados obstáculos y hasta pedir permiso para homenajear a los familiares de los héroes que han dado hasta la vida por una causa más que justa. Y éste no es, sino, el efecto de lo que con el tiempo y la vergüenza hemos denominado como la ‘desmalvinización’, que esconde el recuerdo de las vivencias de aquellos hombres elegidos para una misión sublime e inigualable: estar listos a morir por Dios y por la Patria.
En un tiempo plagado de mezquindades inconfesables e individualismos inservibles, es lógico que no se entienda la grandeza de los Soldados –jamás “chicos”- que vieron truncadas sus vidas terrenales para siempre. Hoy nunca se entendería lo que es morir defendiendo a un camarada, dando órdenes en medio del desangramiento o estando plenamente convencido del riesgo que hay que correr para lograr el beneficio colectivo de la patria y de su pueblo.
Para evitar el reconocimiento de los elegidos, se sirven un sinfín de malintencionados y una gran cantidad de medios quienes, expectantes y atentos a las reivindicaciones y exaltaciones que se hagan en honor de aquéllos, no dudarán en salir de su comodidad insatisfecha para mantener a raya los intereses nacionales.
Algo así ocurrió a finales del mes de mayo último, cuando se hizo la presentación de la obra “Estévez, vida de un Cruzado”, del señor Federico Gastón Addisi, la primera dedicada a ese formidable teniente del Ejército Argentino que murió defendiendo la tierra querida. Aproximadamente unas 70 u 80 personas, varias de ellas paradas, siguieron las alternativas de la conferencia que contó con la estimable presencia del ex coronel Mohamed Alí Seineldín, jefe en las islas Malvinas de Estévez. También hubo numerosos familiares de héroes caídos en el conflicto y hasta algunos veteranos de guerra.
Entre los que hicieron uso de la palabra, estuvieron Seineldín, Julio César Trejo, ex combatiente de Malvinas, y el autor del libro Federico Addisi. Al lado de él se encontraba María Julia Estévez, hermana del homenajeado y quien se vino especialmente desde Misiones para la cita de honor.
Pero veamos los errores de la nota que sacó, días después de la conferencia, el periódico “La Nación”. Salió publicada el 25 de mayo de 2009 y dentro de la sección titulada “En off”, con la particularidad de que las notas o crónicas que allí se encuadran, no llevan el nombre o la firma del periodista que las hace o redacta. Todo lo cual, agregamos, da cierta impunidad al cronista mentiroso o tergiversador. Esto en primer término.
En segundo lugar, empieza muy sugestivamente la nota diciendo que “la sala principal del Instituto Juan Manuel de Rosas, que depende de la Secretaría de Cultura de la Nación, fue el viernes último sede de un regreso inesperado. Mohamed Alí Seineldín, ex militar carapintada, volvió a escena esa noche…”. Sin lugar a dudas, estos tres primeros renglones delimitan alguna supuesta “irregularidad” entre tener como invitado a Seineldín en la sala de conferencias de un instituto que depende de la Secretaría de Cultura. Primera mala intención por parte del matutino.
Tercero: señala que Seineldín empleó “el mismo léxico combativo” (sic) que cuando combatió en las islas Malvinas o cuando se alzó “contra la democracia”. Aquí subyacen dos errores notables. Ni Seineldín se dirigía a un público castrense (de hecho la gran mayoría eran civiles) ni tampoco se dirigió al mismo de forma combativa, dura o con órdenes estrictas a ser cumplidas. No era un campo de batalla aquello, sino la presentación de una obra dedicada a un héroe de Malvinas.
Cuarto error: en ninguna ocasión el ex coronel Seineldín se refirió al “poder judío” (sic) como posible factor de un conflicto futuro entre China y Estados Unidos. Para ello, hay una filmación y varias grabaciones de audio que testimonian la gloriosa jornada y que pueden ser pedidos por cualquier persona que tenga dudas al respecto.
Como quinto error, nos avocamos a la parte de la nota de “La Nación” que dice que “a diferencia del ex coronel, Addisi sí criticó al kirchnerismo”. Decíamos casi al empezar a redactar esta nota, que la hermana del “Toto” Estévez, María Julia, permaneció sentada al lado de Federico Addisi en el transcurso de toda la presentación del libro. Veamos el siguiente correo electrónico que le envió a Addisi repudiando los conceptos vertidos por “La Nación”:
“Querido Federico (Addisi), con mucho asombro he leído el comentario del diario La Nación donde comenta lo acontecido durante y después de la presentación del libro “Estévez, vida de un cruzado”, me molestó mucho el tenor de dicho comentario ya que durante el desarrollo del acto se podía apreciar que los presentes estábamos unidos por un solo sentimiento: Malvinas; que fue el que impulsó a Roberto a ofrendar su vida en Pradera del Ganso y que fue justamente eso lo que resaltaron los oradores. Espero que trasmitas a la gente del Instituto mi reconocimiento y agradecimiento por el espacio que nos brindaron y espero que sigan adelante con sus actividades en defensa de nuestra nacionalidad.
Un abrazo Ma. Julia Estévez”.
¿Está claro de que en la conferencia no hubo críticas al kirchnerismo, como sugiere “La Nación”? Este esclarecedor correo que redactó María Julia Estévez sirve, además, para refutar el sexto error de una nota que en su versión digital tiene diez renglones y medio. Y esta sexta pifia se lee donde dice que la “crítica” de Addisi al kirchnerismo “provocó que muchos decidieran irse de la conferencia, que terminó envuelta en escándalo” (sic). La hermana del teniente Estévez, testigo presencial de la conferencia, nada nos dice acerca de escándalo alguno ni de la supuesta huída de los asistentes. Y agregamos un dato más, de alguien que también estuvo en la sala de conferencias del Instituto Rosas como es el que esto suscribe: de las casi 70 u 80 personas que asistieron a la presentación de la obra, ni bien terminó de hablar el ex coronel Seineldín, unas 4 o 5 personas agarraron y se fueron, y ninguna de ellas pudo escuchar, por ende, ni las primeras palabras que expresó Federico Gastón Addisi a continuación. Por eso, ¿a qué “muchos” se refiere la nota de “La Nación” cuando dice que aquéllos, precisamente, se fueron tras la “crítica” de Addisi a la administración kirchnerista, si como queda debidamente expresado aquí, esos 4 o 5 que se retiraron lo hicieron antes de que tomara la palabra el autor de la obra?
En un tiempo plagado de mezquindades inconfesables e individualismos inservibles, es lógico que no se entienda la grandeza de los Soldados –jamás “chicos”- que vieron truncadas sus vidas terrenales para siempre. Hoy nunca se entendería lo que es morir defendiendo a un camarada, dando órdenes en medio del desangramiento o estando plenamente convencido del riesgo que hay que correr para lograr el beneficio colectivo de la patria y de su pueblo.
Para evitar el reconocimiento de los elegidos, se sirven un sinfín de malintencionados y una gran cantidad de medios quienes, expectantes y atentos a las reivindicaciones y exaltaciones que se hagan en honor de aquéllos, no dudarán en salir de su comodidad insatisfecha para mantener a raya los intereses nacionales.
Algo así ocurrió a finales del mes de mayo último, cuando se hizo la presentación de la obra “Estévez, vida de un Cruzado”, del señor Federico Gastón Addisi, la primera dedicada a ese formidable teniente del Ejército Argentino que murió defendiendo la tierra querida. Aproximadamente unas 70 u 80 personas, varias de ellas paradas, siguieron las alternativas de la conferencia que contó con la estimable presencia del ex coronel Mohamed Alí Seineldín, jefe en las islas Malvinas de Estévez. También hubo numerosos familiares de héroes caídos en el conflicto y hasta algunos veteranos de guerra.
Entre los que hicieron uso de la palabra, estuvieron Seineldín, Julio César Trejo, ex combatiente de Malvinas, y el autor del libro Federico Addisi. Al lado de él se encontraba María Julia Estévez, hermana del homenajeado y quien se vino especialmente desde Misiones para la cita de honor.
Pero veamos los errores de la nota que sacó, días después de la conferencia, el periódico “La Nación”. Salió publicada el 25 de mayo de 2009 y dentro de la sección titulada “En off”, con la particularidad de que las notas o crónicas que allí se encuadran, no llevan el nombre o la firma del periodista que las hace o redacta. Todo lo cual, agregamos, da cierta impunidad al cronista mentiroso o tergiversador. Esto en primer término.
En segundo lugar, empieza muy sugestivamente la nota diciendo que “la sala principal del Instituto Juan Manuel de Rosas, que depende de la Secretaría de Cultura de la Nación, fue el viernes último sede de un regreso inesperado. Mohamed Alí Seineldín, ex militar carapintada, volvió a escena esa noche…”. Sin lugar a dudas, estos tres primeros renglones delimitan alguna supuesta “irregularidad” entre tener como invitado a Seineldín en la sala de conferencias de un instituto que depende de la Secretaría de Cultura. Primera mala intención por parte del matutino.
Tercero: señala que Seineldín empleó “el mismo léxico combativo” (sic) que cuando combatió en las islas Malvinas o cuando se alzó “contra la democracia”. Aquí subyacen dos errores notables. Ni Seineldín se dirigía a un público castrense (de hecho la gran mayoría eran civiles) ni tampoco se dirigió al mismo de forma combativa, dura o con órdenes estrictas a ser cumplidas. No era un campo de batalla aquello, sino la presentación de una obra dedicada a un héroe de Malvinas.
Cuarto error: en ninguna ocasión el ex coronel Seineldín se refirió al “poder judío” (sic) como posible factor de un conflicto futuro entre China y Estados Unidos. Para ello, hay una filmación y varias grabaciones de audio que testimonian la gloriosa jornada y que pueden ser pedidos por cualquier persona que tenga dudas al respecto.
Como quinto error, nos avocamos a la parte de la nota de “La Nación” que dice que “a diferencia del ex coronel, Addisi sí criticó al kirchnerismo”. Decíamos casi al empezar a redactar esta nota, que la hermana del “Toto” Estévez, María Julia, permaneció sentada al lado de Federico Addisi en el transcurso de toda la presentación del libro. Veamos el siguiente correo electrónico que le envió a Addisi repudiando los conceptos vertidos por “La Nación”:
“Querido Federico (Addisi), con mucho asombro he leído el comentario del diario La Nación donde comenta lo acontecido durante y después de la presentación del libro “Estévez, vida de un cruzado”, me molestó mucho el tenor de dicho comentario ya que durante el desarrollo del acto se podía apreciar que los presentes estábamos unidos por un solo sentimiento: Malvinas; que fue el que impulsó a Roberto a ofrendar su vida en Pradera del Ganso y que fue justamente eso lo que resaltaron los oradores. Espero que trasmitas a la gente del Instituto mi reconocimiento y agradecimiento por el espacio que nos brindaron y espero que sigan adelante con sus actividades en defensa de nuestra nacionalidad.
Un abrazo Ma. Julia Estévez”.
¿Está claro de que en la conferencia no hubo críticas al kirchnerismo, como sugiere “La Nación”? Este esclarecedor correo que redactó María Julia Estévez sirve, además, para refutar el sexto error de una nota que en su versión digital tiene diez renglones y medio. Y esta sexta pifia se lee donde dice que la “crítica” de Addisi al kirchnerismo “provocó que muchos decidieran irse de la conferencia, que terminó envuelta en escándalo” (sic). La hermana del teniente Estévez, testigo presencial de la conferencia, nada nos dice acerca de escándalo alguno ni de la supuesta huída de los asistentes. Y agregamos un dato más, de alguien que también estuvo en la sala de conferencias del Instituto Rosas como es el que esto suscribe: de las casi 70 u 80 personas que asistieron a la presentación de la obra, ni bien terminó de hablar el ex coronel Seineldín, unas 4 o 5 personas agarraron y se fueron, y ninguna de ellas pudo escuchar, por ende, ni las primeras palabras que expresó Federico Gastón Addisi a continuación. Por eso, ¿a qué “muchos” se refiere la nota de “La Nación” cuando dice que aquéllos, precisamente, se fueron tras la “crítica” de Addisi a la administración kirchnerista, si como queda debidamente expresado aquí, esos 4 o 5 que se retiraron lo hicieron antes de que tomara la palabra el autor de la obra?
La tarde-noche de la presentación de la obra "Estévez, vida de un Cruzado", del compatriota y compañero Federico Gastón Addisi, el 22 de mayo de 2009. En la imagen aparece el ex coronel Mohamed Alí Seineldín hablándole al público que llenó las instalaciones del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas.
El 2 de junio, salió publicada una carta de lectores de Federico Gastón Addisi en el diario “La Nación”, en la que señala y retruca más subjetividades volcadas en la nota que sacara el matutino el 25 de mayo referida a la presentación del libro “Estévez, vida de un Cruzado”:
“Señor Director:
El día 25 de mayo pasado se publicó una nota titulada “Volvió Seineldín y habló de Dios y del demonio”. En la misma se comenta sobre “la vuelta de Seineldín”, sacando de contexto la presencia del coronel en la presentación de mi libro “Estévez, vida de un cruzado” y se ignora todo comentario a la cuestión de fondo: el libro mismo. En este marco, y por haber sido Jefe del Regimiento 25, en el que revistara Roberto Estévez (quien ofrendó su vida heroicamente en la Guerra de Malvinas), debe entenderse la presencia de Seineldín.
Por otra parte se incurre en un error al decir que dicho evento terminó en un escándalo y que el público se retiró ante supuestos dichos contra el “kirchnerismo”. Al respecto cabe aclarar que el salón donde se efectuó el acto estuvo colmado por gente que permaneció emocionada hasta el final de la presentación que tuvo como único tema la “cuestión Malvinas”, “la desmalvinización” y la figura de Estévez.
Tan negativo comentario generó que muchas entidades comprometidas con la editorial en la compra del libro se negaran a adquirirlo. No señalo esto por un afán de lucro; todo lo contrario, pues ignora el destacado periódico que las regalías de los libros fueron donados por mi persona a la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas, y a la familia de Roberto Estévez. Por lo que un desdichado comentario terminó generando grandes perjuicios que no dudo, la presente aclaración reparará.
Atte,
FEDERICO ADDISI
DNI 23.771.049”.
A raíz de esta carta de lectores, que, dicho sea de paso, no suscitó ninguna nota de redacción al pie de la misma por parte de la editorial de “La Nación”, lo cual hace cada vez que reafirma su propia posición, motivó varias felicitaciones para con lo expresado por Addisi, al tiempo que se solidarizaban con él. Transcribimos dos casos:
“Señor Federico:
Que bueno es aclarar las situaciones, que intentan ensuciar a quienes realmente tanto hicieron por la Patria.-
Nuestra función es pasar la posta, para que las futuras generaciones, sepan la verdad sobre Malvinas.-
Como conocida del Coronel, llevo Malvinas en mi corazón, desde 1982, trabajo en la causa ad honores.-
Justamente hoy, también se publicó una carta de lectores, de mi autoría y casualmente ví la suya por Malvinas.-
Nuevamente gracias por aclarar situaciones sobre nuestros héroes y nuestra gesta.-
Arq. Mónica Berraz”.
Y la otra carta, decía:
“Estimado Señor:
Totalmente de acuerdo en lo que ud. expresa, dígame por favor donde puedo adquirir el libro de su autoría.
Lo felicito por los conceptos por ud. vertidos, son los de todos los argentinos de bien que habitamos este suelo tan querido, por el cual hombres como Estévez o Giachino han dado su vida, al igual que el resto de aquellos que dejaron sus huesos para abonar la turba de Malvinas o las profundidades del mar argentino.
Lo saludo afectuosamente,
Jorge José Bacigalupo
Sargento (R) Policía Federal Argentina”.
Creemos que hechas todas las aclaraciones del caso, después de ésta desmentida, más la aceptación tácita de “La Nación”, y sumado a los correos de apoyo, no caben dudas de que la presentación del libro fue un éxito, y que el móvil que constituyó e hizo posible el acto no fue otro que el espíritu de Malvinas, el mismo que conmueve el alma de todo argentino bien nacido y mejor intencionado.
Por Tigre Capiango
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