miércoles, 30 de diciembre de 2009

RIÑA DE GALLOS Y CORRIDA DE TOROS EN LA BUENOS AIRES COLONIAL


En una etapa que el Bicentenario que se celebre en el año 2010 no va a tener en cuenta, los porteños se divertían con las corridas de toros y apostaban algún dinero en las riñas de gallos. Estas dos actividades fueron muy típicas en tiempos del Virreinato del Río de la Plata, e inclusive antes de éste, cuando lo que hoy llamamos Argentina se denominaba Gobernación del Río de la Plata y del Paraguay, el cual formaba parte del Virreinato del Perú.

A modo de aclaración: si la patria en el 2010 tendrá doscientos años de vida, ¿cómo tendríamos que llamar al suelo que pisamos desde el año 1580 y hasta 1810? ¿No hubo país, no hubieron instituciones, educación, ejército, población en ese lapso de tiempo? El origen de la patria es hispánico, criollo y católico, no de la ilustración francesa ni de la masonería británica, como seguramente esto último van a propagar hasta el cansancio.

En 1609 se llevó a cabo la primera corrida de toros en Buenos Aires. El campo de juego se armaba en la Plaza Mayor (actual Plaza de Mayo), donde las carretas y los tablones eran colocados en forma de redondel. Cerrada una circunferencia, los criollos se disponían a disfrutar de las acciones. En "Historia de la Policía Federal Argentina", nos dice el Crio. Inspector (R) Francisco Romay que "las autoridades presenciaban el espectáculo desde los balcones del Cabildo".

En 1790, y en virtud del trabajo que llevaba el armado y el desarmado del improvisado "circo" por parte de las pesadas carretas, las autoridades de Buenos Aires le cedieron un permiso a Raimundo Mariño para que construya una plaza de toros en el "Hueco de Monserrat". Finalmente, las quejas del vecindario lograron que, mediante un decreto firmado por el Virrey Gabriel de Avilés y del Fierro el 22 de octubre de 1799, se demoliera la plaza de toros.

Las gestiones hechas por los porteños al virrey indicaban que los toros eran "muy bravos", debido a que provenían de los campos de Chascomús, desde donde huían hacia la ciudad, provocando numerosos perjuicios.

Además, como toda actividad popular manifestada en el "bajo" (donde hoy estaría situada la Avenida Paseo Colón), "el lugar se había convertido en abrigo de malhechores, que al amparo de la oscuridad de la noche y la soledad del mismo, cometían toda clase de tropelías", sostiene la obra sugerida.

Tiempo más tarde, en la plaza del Retiro se mandó construir otro lugar para las corridas de toros, con mejores comodidades y seguridad, pero el entusiasmo ya había menguado. La última corrida que vio la ciudad de Buenos Aires se llevó a cabo el 20 de enero de 1819. Al día siguiente, fue mandado demoler por Juan Martín de Pueyrredón, entonces Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata.


AQUELLAS RIÑAS DE GALLOS

El primer reñidero data de 1767, y su dueño fue el español Juan José de Alvarado. Según Francisco Romay, este particular lugar era "un local existente en las proximidades del "Hueco de Monserrat"", el cual se ha mencionado anteriormente.

Al igual que las primitivas corridas de toros, las riñas de gallos eran puestas en práctica por los sectores populares del Buenos Aires antiguo. El Cabildo se encargó de cobrar las patentes e impuestos corrspondientes, "pese a lo cual se organizaban riñas clandestinas para eludir los pagos respectivos", se lee en "Historia de la...".

Las riñas de gallos sobrevivieron a las corridas de toros. Sin embargo, una ley de de protección de animales las prohibió terminantemente. La desaparición de esta actividad también se vio forzada por los problemas de inseguridad: el consumo de bebidas fuertes, tal vez propio de un "ambiente de bajo fondo", más el crecimiento de los robos y las peleas demandaban una vigilancia constante.

A pesar de los recaudos que se tomaron durante varios años, la inseguridad fue recrudeciendo, todo lo cual determinó el final de las riñas de gallos, una tradición proveniente de la España conquistadora.

Cochero de fiacre francés, 1853.

De todas formas, las costumbres populares que usaban los pobladores de la vieja Buenos Aires no representaban lo "peor" de nuestra idiosincracia sino lo más genuino. Y no eran un muestrario "bárbaro" únicamente representativo de nuestra criolla forma de vivir, pues, para el caso, también igual de "bárbaros" eran los sectores populares de la Francia imperial. Veamos, sino, la comparación que hacía el viajante francés Alcídes D'Orbigny en 1842 al recorrer el bajo porteño: "Los changadores o faquines, los carretilleros, o carreteros, que a cada paso se encuentran y que saludan a los extranjeros con los más groseros epítetos, no están mucho más mal educados que nuestros cocheros de fiacre y nuestros mozos de cordel...".

miércoles, 16 de diciembre de 2009

INAUGURACION ARCHIVO DE AUDIO Y VIDEO "DON ROBERTO RIMOLDI FRAGA", POR JOVENES REVISIONISTAS


En las instalaciones del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas “Juan Manuel de Rosas”, la organización Jóvenes Revisionistas dio un importante paso en la batalla por el nacionalismo cultural al inaugurar, este miércoles 16 de diciembre de 2009, el Archivo de Audio y Video “Don Roberto Rimoldi Fraga”.

Con la presencia del compositor y cantante folklórico federal Roberto Rimoldi Fraga, además de las autoridades del nombrado instituto, se procedió a estrenar el importante Archivo de Audio y Video como un beneficio más para los asociados del Instituto Nacional “Juan Manuel de Rosas” y para todos aquellos militantes del nacionalismo argentino que se interesen en las voces que, desde lo musical y lo fílmico, han dado sostenimiento y trascendencia a los verdaderos patriotas de nuestra nacionalidad.

Particular mención merece el esfuerzo desinteresado del señor Matías Falagán, integrante de Jóvenes Revisionistas, quien durante todos estos meses ha preparado con notable dedicación la selección y el armado de los más de 150 títulos de audio y video que conforman la videoteca nacionalista.

La inauguración, que contó con una nutrida cantidad de público, empezó con una conferencia de prensa en la que hicieron uso de la palabra Matías Falagán –elegido por sus compañeros como presidente del Archivo de Audio y Video-, el Dr. Alberto Gelly Cantilo –presidente del Instituto Nacional “Juan Manuel de Rosas”- y, finalmente, el querido don Roberto Rimoldi Fraga. Presentaba a los disertantes el presidente de Jóvenes Revisionistas, señor Federico Addisi.

El joven Falagán expresó que con esta novedosa videoteca se estaba “privilegiando la historia argentina en contraposición con la historiografía cipaya, falsaria”. Asimismo, señaló que “mis compañeros me distinguieron unánimemente como el primer Presidente del Archivo de Audio y Video”, distinción que agradeció con gratitud. A continuación, dijo unas breves pero sustanciosas palabras el doctor Gelly Cantilo, en las que agradeció el esfuerzo de los Jóvenes Revisionistas por aportar, con formas novedosas, la difusión del nacionalismo argentino a las multitudes aún confundidas del país. Y elogió la presencia del folklorista Rimoldi Fraga, de quien se supo admirador en sus años de juventud.

Puede apreciarse parte del público presente en la jornada de inauguración del Archivo de Audio y Video "Don Roberto Rimoldi Fraga".

Luego fue el turno del propio Roberto Rimoldi Fraga. Comenzó señalando que fue gracias a su madre que adoptó “el amor por la lectura y por la historia argentina”. A continuación se metió de lleno en la figura de don Juan Manuel de Rosas: “Uno fue valorando la forma de ser de este hombre”, dijo, porque actuaba de modo sencillo y real, sin rebusques. Para Rimoldi Fraga, por paradójico que suene, Rosas fue “una de las figuras más combatidas y de más recuerdos en la conciencia nacional”. Además, enfatizó que los admiradores del Restaurador de las Leyes “estamos convencidos de que estaba en una causa justa”, en cuanto defensor de los valores de religión, patria y familia.

Se lamentó el cantautor federal que se haya ido tergiversando algo que fue exclusivo de la Argentina potencia, como eso de “tener padres obreros e hijos profesionales”. Para Rimoldi Fraga, la Argentina tiene y debe unirse como pueblo para poder salir de la dramática situación en que vive. “La historia argentina está marcada de antinomias; tenemos que terminar con las antinomias”, sostuvo.

Reconoció en el recientemente fallecido ex Coronel Mohamed Alí Seineldín a “un amigo, un hombre de fe”, acaso un esclarecido que le comentó en reiteradas oportunidades la importancia geoestratégica de las Islas Malvinas para beneficio de toda la patria. Y maldijo a los que no reconocen en los veteranos de Malvinas y sus muertos a “hombres que fueron a pelear por convicción”.

Federico Addisi y Matías Falagán, en representación de Jóvenes Revisionistas, le hicieron entrega de un reconocimiento a don Roberto Rimoldi Fraga al finalizar la conferencia. También le fue entregado un diploma al Dr. Alberto Gelly Cantilo, por facilitar esta actividad en el Instituto Nacional "Juan Manuel de Rosas".

Respecto del ya cercano bicentenario de la Argentina, reflexionó Rimoldi Fraga que el mismo “debe ser una bisagra donde, además de tomar lo externo, haya una responsabilidad para con lo interno de la patria misma”.

Más adelante, tuvo palabras de reconocimiento para los jóvenes que se entusiasman y plantean una lucha por la reivindicación de los valores culturales argentinos. Pero dijo que la lucha debe ser serena, sin violencia, y enseguida parafraseó a Juan Perón: “Perón, que era un gran sociólogo, decía que los jóvenes a los 18 años son incendiarios, y a los 30 son bomberos”. Es decir, la juventud no tiene que desesperarse en este combate que debe hacérselo con calma y sin apresuramientos.

Hilvanando la línea histórica del pensamiento nacional, Roberto Rimoldi Fraga señaló que “San Martín, Rosas, Perón, fueron hombres que lucharon”, y para terminar dijo que “la trilogía fundamental de la patria es la Fe, la Patria y la Familia”, que sin esos valores nada puede ser posible.

La instantánea muestra el momento exacto en que el folklorista Roberto Rimoldi Fraga corta la cinta para estrenar, formalmente, el Archivo de Audio y Video que lleva su nombre.

Después de las palabras, se inauguró formalmente el Archivo de Audio y Video “Don Roberto Rimoldi Fraga", donde el homenajeado cortó la cinta con los colores nacionales que pendía delante de la vitrina de la videoteca. Una cartelera con los rostros de Rimoldi Fraga, Juan Manuel de Rosas y el coronel Ciriaco Cuitiño, daban un condimento de color a la escenografía impecablemente preparada para la ocasión. Luego del solemne acto, sonaron unánimes aplausos.

Para finalizar, se invitó a todos a un vino de honor en el Salón Oval del instituto, en el que aparte de vino hubo gaseosas y abundantes sandwichs de jamón y queso. Como no podía ser de otra manera, Rimoldi Fraga deleitó a la concurrencia con algunos de sus temas más representativos, cuando, guitarra en mano, se dispuso a evocar a los héroes de la patria vieja. Entre otros, sonaron “Revuelo de Ponchos Rojos” y “Pucará de Malvinas”. A esta altura, la noche estaba completa.

martes, 8 de diciembre de 2009

CONSIDERACIONES RELIGIOSAS SOBRE JUAN MANUEL DE ROSAS

Pintura de Carlos E. Pellegrini de 1840. En ella se distingue la primitiva Iglesia de San José de Flores, la cual fue mandada construir en 1831 por el general Rosas. En el frontispicio se leía: "Tú eres nuestra/ Ayuda y Protección/ Ssmo. José". Y debajo, decía: "Construído bajo los auspicios del Exmo. Restaurador Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas".

Los próceres argentinos intachables, como don Juan Manuel de Rosas, siempre fueron eternas víctimas de la apropiación ideológica. Podemos citar como ejemplo, lo que alguna vez dio a entender un ex Gran Maestre de la Masonería, el cual pretendía iniciar una búsqueda de documentos oficiales que den cuenta de la ímproba "afiliación" masónica del Restaurador de las Leyes. Otro caso, bien podría ser el uso abusivo y desleal, tramposo, que hizo de su figura la delincuencia subversiva marxista en la década de 1970 (concretamente, nos referimos a la Organización Montoneros). Con estos dos ejemplos, se pretendió desvirtuar a Rosas de su verdadera esencia, de sus verdaderos valores religiosos, humanos e históricos.

En defensa suya, el señor Raúl Fitte suscribió una carta de lectores el 1° de julio de 2007 en el periódico "La Nación", en el que uno de sus párrafos decía que "nada tiene éste [Rosas] que ver con el progresismo, puesto que era un defensor a ultranza de la tradición y de la religión católica. Puede que la izquierda haya robado algunas cosas accidentales del pensamiento revisionista, pero lo hace justamente por su condición movilizadora, puesto que para la ideología materialista dialéctica, todas las ideas son ideas-fuerza, no importa si son o no verdades, sino por su valor utilitario".

Muy parecida a la opinión anterior, en cuanto a la reivindicación del catolicismo de Juan Manuel de Rosas, se expresaba el Dr. Ricardo Caballero (1876-1963), un viejo político del verdadero radicalismo que actuó allá en la provincia de Santa Fe. Amigo íntimo de don Hipólito Yrigoyen y partícipe de las revoluciones de 1893 y 1903, Caballero "dejó" su opinión en una interesante obra llamada "32 Escritores con Rosas o contra Rosas" (Ediciones Federales, Octubre 1989). Señalaba el antiguo radical lo que sigue: "La religión católica, a la que se mantuvieron fieles las poblaciones del interior, tuvo en Rosas un decidido paladín, contra las ideas que la combatían, las que eran agitadas por los hombres intelectuales del partido Unitario. Como si esta actitud no fuera suficiente para mantener la unidad espiritual del país, sin lo cual no existe más que confusión y logrería, él fue el continuador de la tradición española en la República, con lo que satisfacía el secreto sentir de las masas argentinas: el orgullo de la ascendencia española, el recuerdo respetuoso para el gobierno paternal que había caracterizado a la dominación española en todo el territorio del virreinato. Los unitarios representaban lo contrario". Y sigue expresando Ricardo Caballero: "(...) justo es que reconozcamos, en presencia del resultado de la aplicación de las ideas individualistas y laicas del gobiernos de las sociedades , a cuya crisis final asistimos, en un mundo enloquecido por ellas, que Rosas tenía razón al oponer a la idea unitaria liberal o antirreligiosa, la idea federal de mantenimiento del culto católico...".

En virtud de todo ello, pasamos a señalar algunos aspectos que pintan de cuerpo entero a un Rosas como preclaro defensor de la religión católica en la patria.

El 12 de diciembre de 1832, pocos días antes de finalizar su primer gobierno, el Restaurador de las Leyes decretó honores a San Martín de Tours, el Santo Patrono de la Ciudad de Buenos Aires. Ya desde 1580, cuando tiene lugar la segunda fundación de la actual ciudad capital por Juan de Garay, que San Martín de Tours fue designado como el "Protector y Patrono" de la misma. El decreto aludido decía así:


"Diciembre 12 de 1832
año 23 de la Libertad y 17 de la Independencia.

Considerando el Gobierno cuanto interesa a la dignidad del culto religioso que la función de San Martín, patrón principal de esta ciudad, se celebre con toda la pompa y solemnidad posible, ha acordado y decreta:

Art. 1° A las vísperas y función principal del expresado Santo asistirá precisamente todo el clero secular y regular.

2° La función principal será con asistencia del Gobernador y sus Ministros y demás corporaciones civiles y militares de la Provincia.

3° A las vísperas y función del día concurrirán todos los Maestros de Escuela, llevando cada uno doce de los respectivos alumnos.

4° Durante la novena del Santo se cerrarán todos los días, de las ocho y media á las diez de la mañana los talleres, tiendas, pulperías, almacenes y puestos y demás casas de trato, so pena de veinte y cinco pesos de multa en caso de contravención.

5° En las noches correspondientes á la víspera y día del Santo, todo individuo sea de la clase y condición que fuere iluminará en la forma acostumbrada el frente á la calle de su casa habitación desde las 8 hasta las 11 de la noche.

6° La multa de que habla el Art. 4° será puesta por la Policía, á disposición del Ilustrísimo Sr. Vicario Apostólico para que sea aplicada á los gastos de la misma función.

7° Comuníquese, publíquese, é insértese en el registro oficial.

ROSAS
José María Roxas

[Archivo General de la Nación, Sala X, legajo 44-6-13].


Para ir terminando con esta somera nota, agregamos que luego de finalizado su primer gobierno al frente de la Provincia de Buenos Aires, el 17 de diciembre de 1832, Rosas empezó a organizar las fuerzas expeditivas de la Campaña al Desierto de 1833-1834.

Tan profunda era su convicción de católico, que el Restaurador de las Leyes el día 11 de noviembre de 1833 (día de San Martín de Tours), encontrándose en plena expedición mandó tocar "Diana a las 3 y lo que queda dicho hasta aclarar. Madrugada fresca en calma. Se dio ración de aguardiente a la tropa. Amaneció bueno. Viento fresco. Nubes en parte. A las 12 del día se hizo salvas en celebridad del Santo del día, como Patrono Principal de Buenos Aires. Nadie trabajó.". Esto salió publicado en "La Gaceta Mercantil" el 1° de febrero de 1834. En el libro "San Martín de Tours y Don Juan Manuel de Rosas", de Mario Visiconte (Buenos Aires, 1969), el autor indica que "el presente homenaje a San Martín de Tours ordenado por el Restaurador de las Leyes, en circunstancias tan adversas, es a todas luces encomiable". Y a renglón seguido se lamenta que "tal episodio no haya tenido en los libros de historia argentina, mayor difusión".

Quizás sea por esto último, la no difusión, que muchos estafadores de la memoria histórica hayan pretendido -sin éxito- adueñarse o apropiarse de Juan Manuel de Rosas, despojándolo de su probadísima condición de católico y hasta de su intachable contribución para con la patria.