Almirante León Lorenzo Scasso (1882-1954).
Un calumniador de todo lo nacional y que, entre otras vergüenzas, ha sido uno de los mentores del "realismo periférico", más traidoramente conocido como "relaciones carnales", tan llevadas a la práctica en los años 90 del siglo XX, nos referimos a Carlos Andrés Escudé, ridiculizó en abril de 2009 a uno de los mejores almirantes que ha dado la patria en el siglo XX.
Bajo el título "Gestos y Caricaturas", Escudé redactó una nota para el periódico "La Nación" el 2 de abril de 2009, a veintisiete años de la Gesta de Malvinas, donde se encargó de defenestrar a León Lorenzo Scasso, hombre intachable de la Armada Argentina que abrazó el nacionalismo como ideología, al punto de haber sido, al final de su vida, un formador de cuadros y maestro para los militantes de la Alianza Libertadora Nacionalista (ALN). Recordemos que en las elecciones de 1946, el almirante Scasso fue candidato a senador por Buenos Aires de la nombrada organización. Falleció en junio de 1954.
En la nota referida, dice el masón hebreo Carlos Escudé (lo de hebreo surge de una página que posee su propia familia en Internet) que León Scasso al ser nacionalista estaba "embebido de esa mística xenófoba y paranoica" y que "fue salvado del bochorno por camaradas más prudentes que impidieron que su proyecto malvinero llegara a dañarnos". A renglón seguido, dice que el marino "era nazi, o casi". ¿A qué se refería el cipayo Escudé con lo del "proyecto malvinero"?
Corría febrero de 1942. El presidente de Argentina era Ramón Castillo, un conservador emparentado al régimen del fraude que, no obstante, tenía un dignísimo representante en la cúpula del Ministerio de Marina: el almirante León Scasso. En el mundo se vivía lo más intenso de la Segunda Guerra Mundial, y nuestro país, como era lógico suponer, no estaba ajeno a la misma. En medio de una reunión de gabinete convocada por Castillo, le dirige la palabra a León Scasso, porque le habían llegado rumores de que una flota nacional estaba preparando una expedición para tomar posesión de las Islas Malvinas. Scasso, sin titubear, respondió que la versión era cierta, y se encargó de remarcar que, pase lo que pase, todo quedaba bajo su absoluta responsabilidad.
Según lo que luego sostiene Carlos Escudé, los ministros de Ramón Castillo adujeron que la flota argentina sería rápidamente hundida por la armada británica en caso de concretarse el plan secreto. Y remata el hebreo Escudé con una afirmación subjetiva: "Scasso supuestamente contestó: "Puede ser, pero pasaríamos a la historia"". Al colocar la palabra "supuestamente", Escudé no tiene certeza absoluta de que León Scasso haya dicho lo que él le endilga, por lo tanto incurre en subjetividad pura. Y aunque parezca asombroso, es a partir de esta última frase transcripta que Carlos Escudé intenta decir que la expedición que en 1942 quiso llevar adelante Scasso iba a ser un simple "disparate", comparándolo, según su pensamiento antinacional, con la "extraña" Guerra de Malvinas comenzada el 2 de abril de 1982. No por nada, la nota de Escudé salió publicada a exactos 27 años del desembarco en Puerto Argentino.
En la nota de abril de 2009, Carlos Escudé transcribe un documento donde se sostiene que León Scasso mantuvo un encuentro de media hora con el canciller de Alemania, Adolfo Hitler, en 1937. El propio Escudé afirma que dicha visita no fue un viaje de placer sino, más bien, una que le fue encomendada desde la República Argentina. León Scasso fue en visita oficial a bordo de dos naves que estaban bajo su jefatura: los acorazados "Moreno" y "Rivadavia". Por supuesto, Carlos Escudé ve en esta visita a un "nazi". ¿Y entonces, qué habría que decir del primer ministro inglés Arthur Neville Chamberlain, quien también parlamentó con Hitler en 1938, permitiéndole a éste que se anexara la región de los Sudetes? ¿Y de Jósif Stalin, que pactó con el Führer en 1939 para que tanto la URSS como Alemania se repartieran otros tantos países como Polonia o Lituania? Carlos Escudé difícilmente escriba alguna vez que Chamberlain o Stalin eran "nazis". Sin embargo, con los prohombres de la patria no tiene empacho.
UNA NOTA DEL DIARIO "PAMPERO" DE 1942
El jueves 17 de diciembre de 1942, aparecía en el viejo y aún vigente diario "Pampero" un extenso reportaje que se le hizo al almirante León Scasso. Están vertidos en él una infinidad de conceptos dignos de los tiempos de guerra, aunque adaptados de la mejor forma posible a las aspiraciones que se le podían abrir a la patria.
En ese año de 1942, Argentina seguía manteniendo su neutralidad a rajatabla, posición que, agregamos, le daba al entonces jefe del Ministerio de Marina de la Nación un margen apropiado para proclamar consignas que buscasen mejorar la situación del país en el concierto de las naciones. Por ello, exclamará en la nota: "La índole de la producción argentina representa un privilegio para esta nación en el orden de su comercio internacional y el tráfico que impondrían las necesidades de los demás, cubriría en la medida imprescindible, las necesidades propias, susceptibles también de ser reemplazadas en proporción cada vez mayor, por su desarrollo industrial interno. Todas estas consideraciones obligan a pensar que las dificultades marítimas de las naciones unidas pueden irse aumentando, sin perturbar más allá de lo que ha sucedido hasta ahora el tráfico internacional de la Argentina".
Habiéndosele preguntado sobre la reciente creación de la Flota Mercante del Estado (fines de 1941), decía el patriota Scasso: "La marina mercante propia es y ha sido siempre un anhelo nacional. Está en el interés argentino desarrollarla de acuerdo a sus necesidades y conveniencias. El fenómeno de su creación en tiempo de guerra no es precisamente una improvisación, sino el aprovechamiento de una oportunidad favorable". Y continuaba expresando: "No puede dejarse de reconocer que la intensidad de su tráfico comercial en tiempo de paz justifica, tanto como las necesidades de su propia defensa nacional, el mantenimiento de una marina mercante nacional y la prosecución de una política marítima apropiada".
León Scasso fue uno de los más entusiastas defensores de la neutralidad argentina en la Segunda Guerra Mundial, por ello dirá que "la posición neutral adoptada por el Gobierno y apoyada por todos los argentinos patriotas, no es consecuencia de una especulación de orden material. Obedece a un modo de sentir general de nuestra población tradicionalmente amiga de todos los pueblos de la tierra, sin odios, rencores ni pasiones en contra de ningún extranjero y sin otros intereses inmediatos en la expansión de su esfera de influencia política, que los derivados de su natural y legítimo desarrollo y progreso". A este caballero de los mares argentinos calificó Escudé de "nazi"... Continuaba explicando León Scasso: "No hay por otra parte ningún motivo para que la Argentina deje de ser neutral y sólo dejará de serlo, en contra del país, cualquiera que él sea, que pretenda atacarla o afecte su soberanía o sus intereses, injustificadamente".
Consultado sobre la Madre Patria España, observemos sus conceptos al respecto: "España es para nosotros los argentinos, la madre España, la nación rectora de la Hispanidad, el tronco esencial de nuestra tradición, de nuestro espíritu. Y que, ante ésto, toda especulación de otra índole es secundaria, máxime cuando la nueva España, que es la eterna, jamás como hoy, ha estado tan cerca de la realización plena de su destino".
Atención a lo que afirmaba León Scasso a fines de 1942 sobre "el nuevo orden mundial" resultante de la finalización de la Segunda Guerra Mundial: "Ninguna nación del mundo escapará, a mi juicio, a los efectos de la revolución social e ideológica iniciada con esta guerra. Resulta, para mí, evidente la implantación de un nuevo orden mundial: esta guerra termina una edad en la historia humana, y de la forma como se planteé la nueva época dependerá un mayor bienestar para los pueblos o la caída final a un abismo del que difícilmente se podrá salir sin sentir, más graves aun, los catastróficos efectos a que nos ha conducido el desorden y la desigualdad social que vienen imperando desde que el liberalismo modificó fundamentalmente las bases de la convivencia humana, y favoreció el predominio de grupos interesados únicamente en el desarrollo de una mentalidad materialista entre los individuos".
También expresaba que "en el nuevo ciclo que se abre para la historia del desenvolvimiento mundial, se impone una verdadera renovación universal que ajuste el ritmo social e individual a las nuevas condiciones existentes y a las nuevas exigencias de la vida; adaptar al extraordinario progreso material la existencia del hombre, de todos los hombres de la tierra, para que las colectividades puedan participar de las ventajas en la debida proporción y olvidarse que durante siglos los seres humanos han sido en su mayoría esclavizados en beneficio de una minoría, cada vez más reducida y cada vez más exigente y codiciosa".
Y dejaba un mensaje esperanzador para el mundo, siempre y cuando primara la cordura de sus dirigentes, lo cual jamás ocurrió:
"Es menester, en una palabra, dar a cada individuo su espacio sobre la tierra, y a cada pueblo su sitio bajo el sol. Si el nuevo orden consiguiera ese camino, repercutirá tan favorablemente sobre todos los pueblos, que podrá esperarse, como se ha prometido, muchos siglos de paz".
Que esta nota de desagravio sirva para que los escritores del sistema revean sus hediondas teorías y formulaciones, casi siempre tendientes a visualizar a aquellos hombres que hicieron grande a nuestra patria desde una posición eminentemente argentina, criolla y católica, como meros "nazis", "fachos" o "reaccionarios", cuando no "retrógrados" o "tiranos prófugos".
3 comentarios:
DONDE ESTA EL indio castillo
hola, me gustaria saber quien escribio este articulo, me gustaria contactarme con el, mi mail es tavellamagdalena@hotmail.com gracias
Estimada Magdalena:
Soy Gabriel Turone, y soy quien ha escrito el dicho artículo, en base a documentación que poseo sobre el personaje aludido.
Le dejo mi correo electrónico personal, que es: gotargentino@hotmail.com .
Sin otro particular, le hago llegar mis mejores salutaciones para usted.
Gabriel Turone
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