CONFERENCIA DEL PADRE ALFREDO SAENZ SOBRE "EL PATRIOTISMO COMO VIRTUD" - 6 DE JUNIO DE 2007

Pabellón Nacional argentino flameando en la Casa de la Gobernación de las Islas Malvinas durante la Guerra del Atlántico Sur, abril-junio 1982

El pasado 6 de junio de 2007, la agrupación Jóvenes Revisionistas invitó al Padre Alfredo Sáenz para que de una conferencia que llevaba como título "El Patriotismo como Virtud", a celebrarse en las instalaciones del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas. La Agrupación Patriótica AURORA a través de uno de sus camaradas estuvo presente y pudo hacer un resumen muy escueto sobre lo platicado en la ocasión.

El Padre Alfredo Sáenz comenzó la conferencia haciendo lo que dio en llamar como un “Juicio de las Naciones”, el cual abarca el concepto de Nación. El mismo, explicó, tiene 3 partes, que son los siguientes:

1. Suelo Natal, entendiendo al mismo como lo esencial y principal de una Patria, como la tierra donde uno nace. El suelo natal vendría a ser el espacio concreto de ligazón entre el nativo con su Patria. Es la pertenencia a una tierra determinada, algo previo a todo lo que luego uno elige o selecciona mientras vive. Al mismo tiempo, es el hombre el que se añeja en su Patria; se fecunda en su tierra natal.
2. Familia, donde la Patria es en sí misma una familia grande. En un momento, el padre Sáenz puso en dudas que hoy se sostenga este concepto, pues lo que hoy abundan son edificios impersonales, donde los vecinos ya ni se conocen entre sí, muy al revés de las viejas casas solariegas, donde se sabía que en tal espacio vivía una determinada familia, con tantos integrantes que portaban orgullosos un apellido con historia y tradiciones.
3. Patrimonio Cultural, es decir, la herencia cultural de los antepasados. La lengua patria como el medio fundamental para la transmisión de un patrimonio conformado por la lengua, sus sentidos, sus formas, etc. No se puede lograr una unidad de la Patria sin una lengua en común, explicaba el padre Alfredo Sáenz.
   Muy al contrario de lo que afirmaba Jean J. Rousseau en su obra “El Contrato Social”, donde se supone que pertenecemos a una Patria ‘X’ por una contratación, el padre Sáenz decía que no se es miembro de un terruño por un contrato, pues nadie firma nada por haber nacido en tal o cual Patria. Algo parecido explicó respecto al internacionalista lema de Karl Marx (“Proletarios del mundo, uníos”), donde el proletario aparece, ni más ni menos, que como un apátrida, un ‘sin patria’.

LA PATRIA COMO VIRTUD

Toda paternidad viene de Dios, esto formulado en su momento por Santo Tomás de Aquino para quien “La piedad se extiende a la Patria, en cuanto que es en cierto modo principio de nuestra existencia”. De aquí se desprende lo que se conoce como “Pietas”, es decir, el amor filial, de allí que los hijos deban su Virtud a los Padres, quienes les dieron vida y una familia, un hogar. El lema tan mal comprendido de “Dios, Patria, Hogar” toma relevancia al tomar a la Patria como Virtud, pasando por el riquísimo legado teórico de Santo Tomás de Aquino.

El catolicismo y el patriotismo son dos amores gemelos, no antagónicos, así lo aclaraba el Papa León XIII. Un nacionalismo sin catolicismo deviene en un nacionalismo pagano que, más tarde o más temprano, puede caer en desvíos y, en último término, en el marxismo. Hace falta tener un amor natural a la Patria.

MODALIDADES DEL AMOR A LA PATRIA

Las hay de varios tipos:

1) Amor afectivo, el cual es un sentimiento sensible, elemental e inmediato. El sentimiento representa un elemento constitutivo del patriotismo.

2) Amor efectivo, entendiendo por el mismo a que muchas veces los afectos no acompañan necesariamente al patriotismo, sino que es la voluntad la que debe expresar un amor efectivo por la Patria, esto es, exigirse por ver cuál es el bien de la misma, por ejemplo. No se nace patriota, sino que se hace, y para ello están –o deberían estarlo- los colegios, las instituciones de formación. El patriotismo también es doctrina, y debe ser necesaria para los dirigentes. La doctrina representa tener clara conciencia del deber nacional, mas no se le puede exigir al paisano de un rancho que abarque toda una conceptualización de lo que es el patriotismo, para decir algo. Para ello debe estar, debe existir la clase dirigente, que deberá estar capacitada en lo doctrinario y en el aprendizaje del patriotismo.

3) El patriotismo debe ser crítico. Toda Patria debe tener en cierta herencia, pero hay que pensar que no todo lo heredado es digno sino que puede haber algo ruinoso en aquella. El amor patrio no debe ser ingenuo sino crítico.

4) Cuando la Patria está enferma, el amor a la Patria se vuelve dolor.

5) No se debe caer en el patrioterismo, es decir, en el amor desmesurado a la Patria, que roza al chauvinismo. Hay que desechar el concepto Hegeliano de Patria, cuando afirmaba que la Patria es una totalidad omnipresente que todo lo abarca.

6) No hay que caer en el desarraigo nacional, donde se es presa de un internacionalismo utópico, lo que es igual a hablar de universalismo. “Desarraigo” proviene de la etimología “sin raíz”; hay desarraigo al terruño, a Dios, al idioma, a las tradiciones, etc., como por ejemplo, el comunismo o el Imperialismo Internacional del Dinero.

Cerraba su conferencia el Padre Alfredo Saénz, afirmando que la actual destrucción en el país no se da mediante un conflicto armado sino que es más bien pacífica, atacándose a la cultura y a la familia. De esta forma, se va hacia la materialización de una masa homogénea, vacía de ideas.No se enseña la historia verdadera, y, desgraciadamente, a decir del extinto Padre Leonardo Castellani, que en nuestro país haya habido Traidores no es tan grave como que se le hayan levantado estatuas en su honor.