La tarde noche del 5 de Octubre no era, por cierto, de las mejores; una persistente y fina llovizna empañó, en modo alguno, el día que desde hace unos años se impuso para reivindicar a aquellos argentinos de todas las latitudes que cayeron bajo el criminal fuego de la subversión marxista apátrida, en los años 60 y 70.
Un compatriota de la Agrupación Patriótica AURORA, sin embargo, estuve presente en el lugar -con alguna demora, dado que llegó al menos media hora después de inciado el recordatorio-, y trajo al resto de los militantes algunas impresiones del acto que tuvo lugar en Plaza General San Martín, barrio de Retiro, Buenos Aires.
Paula Lambruschini, víctima inocente de la delincuencia subversiva en los oscuros años de la década de 1970.
Se esperaba una suerte de 'encontronazo' con elementos residuales de la ultraizquierda vernácula en este punto de la Capital Federal, pues así estuvo estipulado que sucedería mientras el acto por los caídos por la subversión promediaba y estaban todos ya en sus lugares escuchando los testimonios de los sin voz. Por fortuna, nada de esto ha sucedido, salvo un minúsculo grupo de 5 muchachos que, redoblantes cargados, apenas insinuaron su presencia, al tiempo que se iban sigilosamente caminando hacia la grisácea oscuridad de la noche.
En un momento, y en medio de aplausos y vítores al Ejército Argentino y fuerzas armadas en general, la esposa del ex Capitán Humberto Viola, María Cristina Picón, testigo presencial del aniquilamiento de su familia, pues un comando subversivo mató a su esposo y a una de sus hijas, de apenas 3 años de edad, hizo uso de la palabra. Con vos gastada aunque firme, relató lo acontecido en aquellos trágicos momentos y sobre la desmemoria oficial y del pueblo acerca de las víctimas civiles y militares de entonces, poniendo énfasis en que el ex Capitán Viola y una de sus hijas fueron asesinados en una etapa democrática.
María Cristina Picón de Viola se preguntó, en un momento, "¿Dónde estaba general Bendini, cuando todo esto sucedía?", a lo que el numeroso público le siguió con silbidos e insultos contra el actual Jefe del Ejército Argentino. Se refirió, al mismo tiempo, que en 2003 desde el gobierno nacional se volvió a fomentar la división de los argentinos, sobre una etapa que ya parecía superada. Aquí arreciaron los abucheos y los silbidos. "¿Es que no hay derechos humanos para mi esposo y para mi hija asesinados?", se preguntó María Cristina Picón, a lo que algunos eufóricos gritaban "¡Bravo, señora!".
La viuda del ex Capitán Viola pidió volver "al viejo ejército", es decir, a aquél que no titubeó en defender a la Patria cuando la misma peligraba, porque según ella "el nuevo ejército" que la administración gubernamental del presente ha formado lleva a perder en cada soldado y oficial el "honor del uniforme que viste". También sostuvo que su anhelo es ver al país unido, sin odios y con "una justicia verdadera" sobre los hechos de los años 70.
Así fue como aquella valiente mujer, en esta tarde-noche lluviosa, dio su valiosísimo testimonio para que la juventud argentina despierte de las mazmorras de la desinformación cultural del siglo XXI.
Hubo tiempo, casi al finalizar el acto, para algunas volanteadas del PPR (Partido Popular de la Reconstrucción), que preside el ex Capitán Gustavo Breide Obeid...
La terminación del acto en recordación de los muertos por el accionar subversivo marxista fue simple pero emotivo: una pieza del género ópera cantado por el extinto Luciano Pavarotti acompañaba una serie de imágenes fotográficas de algunos de los argentinos (Jordán Bruno Genta, José Ignacio Rucci, Teniente Rodolfo Hernán Berdina, etc., etc.) que fueron cegados para siempre por las armas de los "agentes del dinero extranjero", como dijo alguna vez el presidente Perón, en 1974. Y a medida que pasaban las fotografías, aparecían los nombres ordenados alfabéticamente de todos los asesinados.
ALGO DE "FAMUS", PIONEROS EN ESTA LUCHA REIVINDICATORIA
Rescatamos de nuestro archivo una nota del órgano gráfico de FAMUS * (Familiares y Amigos de los Muertos por la Subversión), "TRIBUTO", Año 1988, Nº4, página 28...
DOLOROSA SECUELA
Cabo (R) Alberto Juan Da Silva
El 5 de mayo ppdo., casi perdida en el fárrago cotidiano y creciente de hechos de violencia que consignan nuestros diarios, el vespertino "Crónica" en su 6ª edición (pág 7) publicó la trágica desaparición de quien engrosa la larga nómina de Muertos por la Subversión en nuestra Patria, comenzada el 14 de noviembre de 1909 con el coronel Ramón Falcón y su secretario Juan Lartigau para llegar en estos días de calma aparente a incluir el nombre de un sufrido policía bonaerense, el Cabo (R) Alberto Juan Da Silva, uno de los heridos sobrevivientes del arrasamiento de la Comisaría 2ª de Ciudadela, volada con explosivos el 28 de enero de 1977.
En ese vandálico atentado perdieron la vida el Comisario Carlos Benítez, el Subcomisario Ricardo Bonani, el Agente César Landeiras y un Aspirante a Agente, quedando heridos bajo los escombros además del Agente (luego ascendido) que ahora engrosa la lista de nuestros Caídos, otros ocho policías y una vecina de la casa lindera con sus hijos pequeños. El protagonista del triste hecho cuya crónica fotocopiamos tenía entonces 19 años de edad y -desde entonces, en más de 11 padecimientos- quedó psíquicamente afectado, con tal gravedad comprobada por médicos y autoridades que motivó su ascenso y retiro anticipado con percepción de una pensión.
Sus padres, quienes vieron ensombrecidos los que hubieran debido ser los mejores de su hijo, por un cuadro depresivo creciente e incurable -producto de la vesanía de un plan marxista para sojuzgarno- fueron también testigos del trágico e injustísimo final a tantos padecimientos. Según lo hace resaltar el diario, informaron que el atentado del cual fue víctima logró "crearle un agudo cuadro depresivo del cual no pudo reponerse a pesar de los tratamientos", diagnóstico evidentemente corroborado por las autoridades que lo pensionaron a tan temprana edad.
Rogando a Dios se apiade del alma de este joven injustamente inmolado -en mérito a lo que ya sufrió en su juventud tronchada y a no poder ser responsable de sus actos al quitarse la vida ante sus padres- y con todo respeto solidario hacia sus seres queridos a quienes presentamos nuestras sentidas condolencias, reproducimos seguidamente la objetiva, explicativa e indiscutible reseña de la trágica desaparición del Cabo (R) PPBA ALBERTO JUAN DA SILVA, Muerto por la Subversión largos e insufribles años antes de serlo por mano propia.
"Y CUANDO LA PATRIA PASE LISTA. Y CUANDO LLAME A LOS MUERTOS POR LA SUBVERSION, EL PUEBLO ARGENTINO SE PONDRA DE PIE Y GRITARA:
P R E S E N T E !"
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* FAMUS se disolvió como entidad hacia 1991/1992, al no tener apoyo de ningún organismo del Estado argentino. Gracias a Dios, el camino emprendido por FAMUS sirvió para que en la actualidad surgieran otras expresiones tendientes a reivindicar a los muertos que quieren hacerlos olvidar para la memoria colectiva del pueblo argentino.
2 comentarios:
uqu chandaaaaa........... publiquen algo de verdad mas e stupidos
son muchos los inocentes muertos,a los que los derechos humanos no los tienen en cuenta
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