Triste sería descubrir, que tras miles de años de existencia, el hombre aún sigue cometiendo el mismo pecado original que nuestros primeros padres. Y esto a pesar del bautismo, que vendría a limpiar nuestra alma de aquel pecado que acarreamos por el simple hecho de ser hombres. “El pecado original fue un pecado de soberbia. El pecado de Adán y Eva es un pecado muy frecuente hoy día. Hombres y mujeres autosuficientes, independientes, rebeldes a toda norma, orden o mandato, aunque venga del Papa. Para ellos sólo vale lo que ellos opinan, y lo que ellos quieren. No se someten a nadie. Quieren ser como dioses. Ése fue el pecado de Adán y Eva”.
Es que resulta evidente que la humanidad ha evolucionado (tanto en lo que hace al paso del tiempo; como a los adelantos en la ciencia, tecnología, comunicación, etc) desde aquellas edades primitivas de la historia hasta la actual civilización postmoderna. Sin embargo, con una simple mirada al hombre –como sujeto de la historia y fundamento de la civilización – estos avances en materia científica no se traducen en un adelanto en lo que hace a lo espiritual, en tanto la persona esta constituida por cuerpo y alma. Más por el contrario, podemos afirmar que a la evolución material corresponde simétricamente una involución en materia axiológica.
Sobre el particular afirma el Padre Sáenz, “En el Renacimiento, el hombre comenzó el proceso de su autoexaltación. El florecimiento de lo humano no era posible sino en el grado en que el hombre tenía conciencia, en lo más profundo de su ser, de su verdadero lugar en el cosmos, conciencia de que por encima de él había instancias superiores. Su perfeccionamiento humano sólo resultaba factible mientras se mantuviese ligado a las raíces divinas”. En la misma línea Jaques Maritain sostiene en su obra “Los Tres Reformadores”, que sucesivos jalones de la modernidad (se trataba de La Reforma; La Revolución Francesa; el racionalismo) fueron alejando al hombre de Dios para convertirlo a él mismo en amo del mundo a través de la glorificación de la razón. Y este proceso tuvo sus máximos exponentes –continúa el teólogo francés- en Lutero, Rousseau y Descartes.
Complementariamente, aporta el citado Padre Sáenz que: “Dos hombres dominan el pensamiento de los tiempos modernos, Nietzsche y Marx, que ilustran con genial acuidad las dos formas concretas de la autonegación y autodestrucción del humanismo. En Nietzsche, el humanismo abdica de sí mismo y se desmorona bajo la forma individualista; en Marx, bajo la forma colectivista. Ambas formas han sido engendradas por una sola y misma causa: la sustracción del hombre a las raíces trascendentes y divinas de la vida”.
A todas estas etapas de un mismo proceso (de secularización) y sus protagonistas, agregamos nosotros el importante y clave rol que juega Gramsci, como impulsor de la inmanencia y estratega de la subversión de los valores y cambios en el sentido común a través de la cultura.
Pero retomando el análisis, el pensador ruso Berdiaiv sostenía “A fuerza de atribuir suficiencia al conocimiento no sólo para autodefinirse y autoafirmarse, sino también para develar la totalidad de los problemas, llega el hombre a la negación y a la autodestrucción de su propia capacidad de inteligir. Perdido su centro espiritual y negado el origen trascendente de su inteligencia, reflejo del Logos divino, el hombre se pierde a sí mismo y renuncia a su capacidad de entender”.
Este breve ensayo nos deja una serie de interrogantes que cada quien responderá de diferente manera (otro signo más del relativismo que caracteriza la modernidad).
¿Acaso son incompatibles la razón con la fe? ¿La humanidad ha sustituido a Dios por la razón? ¿Puede el hombre vivir sin Dios? Y finalmente…¿es posible una restauración a los valores trascendentales que logren re-ligar al hombre con su Creador?
FEDERICO GASTON ADDISI
(Candidato a Jefe de Comuna 13, Ciudad de Buenos Aires, Peronismo Federal)
Es que resulta evidente que la humanidad ha evolucionado (tanto en lo que hace al paso del tiempo; como a los adelantos en la ciencia, tecnología, comunicación, etc) desde aquellas edades primitivas de la historia hasta la actual civilización postmoderna. Sin embargo, con una simple mirada al hombre –como sujeto de la historia y fundamento de la civilización – estos avances en materia científica no se traducen en un adelanto en lo que hace a lo espiritual, en tanto la persona esta constituida por cuerpo y alma. Más por el contrario, podemos afirmar que a la evolución material corresponde simétricamente una involución en materia axiológica.
Sobre el particular afirma el Padre Sáenz, “En el Renacimiento, el hombre comenzó el proceso de su autoexaltación. El florecimiento de lo humano no era posible sino en el grado en que el hombre tenía conciencia, en lo más profundo de su ser, de su verdadero lugar en el cosmos, conciencia de que por encima de él había instancias superiores. Su perfeccionamiento humano sólo resultaba factible mientras se mantuviese ligado a las raíces divinas”. En la misma línea Jaques Maritain sostiene en su obra “Los Tres Reformadores”, que sucesivos jalones de la modernidad (se trataba de La Reforma; La Revolución Francesa; el racionalismo) fueron alejando al hombre de Dios para convertirlo a él mismo en amo del mundo a través de la glorificación de la razón. Y este proceso tuvo sus máximos exponentes –continúa el teólogo francés- en Lutero, Rousseau y Descartes.
Complementariamente, aporta el citado Padre Sáenz que: “Dos hombres dominan el pensamiento de los tiempos modernos, Nietzsche y Marx, que ilustran con genial acuidad las dos formas concretas de la autonegación y autodestrucción del humanismo. En Nietzsche, el humanismo abdica de sí mismo y se desmorona bajo la forma individualista; en Marx, bajo la forma colectivista. Ambas formas han sido engendradas por una sola y misma causa: la sustracción del hombre a las raíces trascendentes y divinas de la vida”.
A todas estas etapas de un mismo proceso (de secularización) y sus protagonistas, agregamos nosotros el importante y clave rol que juega Gramsci, como impulsor de la inmanencia y estratega de la subversión de los valores y cambios en el sentido común a través de la cultura.
Pero retomando el análisis, el pensador ruso Berdiaiv sostenía “A fuerza de atribuir suficiencia al conocimiento no sólo para autodefinirse y autoafirmarse, sino también para develar la totalidad de los problemas, llega el hombre a la negación y a la autodestrucción de su propia capacidad de inteligir. Perdido su centro espiritual y negado el origen trascendente de su inteligencia, reflejo del Logos divino, el hombre se pierde a sí mismo y renuncia a su capacidad de entender”.
Este breve ensayo nos deja una serie de interrogantes que cada quien responderá de diferente manera (otro signo más del relativismo que caracteriza la modernidad).
¿Acaso son incompatibles la razón con la fe? ¿La humanidad ha sustituido a Dios por la razón? ¿Puede el hombre vivir sin Dios? Y finalmente…¿es posible una restauración a los valores trascendentales que logren re-ligar al hombre con su Creador?
FEDERICO GASTON ADDISI
(Candidato a Jefe de Comuna 13, Ciudad de Buenos Aires, Peronismo Federal)
5 comentarios:
Excelente ensayo del Sr. Federico Gastón Addisi.
El Evangelio es el reverso del Talmud, sin confusión posible. Ser católico exige ser refractario al judaísmo. (Juan 8:44; Apocalipsis 2:9 y 3:9)
NADIE puede pretender conciliar a la verdadera Iglesia con el judaísmo; lo que deja al descubierto la mayor hipocresía de los siglos: El Concilio Vaticano II.
Sin duda alguna Federico Addisi representa una esperanza para todos los catolicos argentinos. Debemos respaldarlo en su noble accionar.
RABINO SERGIO BERGMAN: ¿Candidato a presidente? ¿Qué está preparando la Sinarquía?
Sectores de la Iglesia vinculados con el cardenal Bergoglio alentarían –aseguran algunos medios- esa opción opositora. El referente judío, cuya religión permite incursionar en política, alienta la versión al decir que su proyecto es a largo plazo.
“La tierra prometida está a la vuelta de la esquina. Para alcanzarla ya no es necesario caminar cuarenta años en el desierto: basta con consagrar la Constitución Nacional y asumir la responsabilidad cívica de participar activamente de la vida política y no sólo con el voto para una elección. Lo que no es poco.” (Sergio Bergman)
Es decir ¿la Tierra Prometida? ¿Nuestra Argentina? Quizas debamos pensar en si será real o al menos si habrá algo de realida en el Plan Andinia.
Fuente: http://es.metapedia.org/wiki/Sergio_Bergman
PLAN ANDINIA:
http://es.metapedia.org/wiki/Plan_Andinia
No se que esperanza puede darnos apoyar a lacras de la politiqueria "peronista" como "papa porro" duhalde, por ejemplo, sin mencionar la caterva de muchachos pesados (e ignorantes) que lo acompañan en lo que dice ser el peronismo historico; disculpenmé señores pero la solución argentina viene por el camino de la destrucción de toda esta vieja politica y de esta democracia inventada;
SOLO EL NACIONALISMO UNIDO PUEDE LOGRAR EL CAMBIO, LO DEMAS ES ARAR EN EL MAR!...el nacionalismo tiene cuadros instruidos y no esas catervas de vagos movidas por el clientelismo que solo buscan un puesto para ganar guita y se termina todo ahí! de esa gente y de esa manera de hacer politica estamos hartos!
NI LIBERAL, NI PROGRESISTA,
NACIONALISTA!
DIOS, PATRIA O MUERTE!
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