Clandestinidad de los libres, agosto de 2009
En el marco del persistente combate contra la dialéctica y la incultura subversiva marxista que anida en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA (Universidad de Buenos Aires - Sede Ramos Mejía), militantes compañeros de la Agrupación Patriótica AURORA volvieron a dejar su impronta, al punto de verse en la obligación de señalar sus humildes avances dentro de dicha sede, avances que reivindican a hombres consustanciados con Dios y con la Patria.
Esta vez, y al igual que como lo diéramos a conocer el pasado 25 de abril de 2009 (http://aurora-arg.blogspot.com/2009/04/comunicado-de-la-agrupacion-patriotica.html), se han colocado nuevas denominaciones a dos aulas más de la Facultad de Ciencias Sociales sita en las adyacencias de Parque Centenario, Ciudad de Buenos Aires. Se ha establecido, por ende, que el Aula N°205 pase a llamarse "DR. OSCAR IVANISSEVICH", mientras que el Aula N°405 , "CORONEL DON CIRIACO CUITIÑO".
El primer nombre está suscripto a una personalidad que logró desterrar, hasta donde pudo, las teorías marxistas que una turba de delincuentes terroristas pagados desde el exterior intentaba imponer a mediados de los años 70 para extraviar a las juventudes universitarias argentinas de entonces. De allí que el ex Ministro de Educación del teniente general Perón (de Ivanissevich hablamos) merezca nuestro reconocimiento y nuestra acción vindicatoria.
Respecto al coronel Ciriaco Cuitiño, aquí también redoblamos esfuerzos para colocarlo en un merecido lugar de reconocimiento póstumo. Como fiel servidor del Ilustre Restaurador de las Leyes don Juan Manuel de Rosas, impidió a los salvajes unitarios y su exótico grupo de intelectuales masones (Echeverría, Mármol, Gutiérrez, Alberdi, etc.) el que introduzcan conocimientos sólo aplicables en tierras extranjeras. Evitó que los parias denosten la cultura y la tradición gauchescas, al tiempo que puso en fuga a los simpatizantes de las teorías liberales de Adam Smith y del jacobinismo terrorista devenido de la masónica Revolución Francesa de 1789.
Vista general del Aula N° 405 "Coronel don Ciriaco Cuitiño".
¡Saludamos este nuevo golpe artero y justiciero que nuestros militantes han producido en el seno de una casa de altos estudios convertido en tugurio de las fuerzas subversivas del sistema capitalista-liberal! ¡Felicitamos a los militantes que persisten infatigablemente en esta lucha, en pos de la Religión y la Soberanía Nacional!
Nuestras acciones en ese recinto universitario son la continuidad de las luchas que emprendieron Juan Manuel de Rosas y Juan Domingo Perón en cuanto a sentar las bases de y para una educación patriótica y una cultura nacional.
Tomado de un opúsculo que saca a relucir la formación que daba la Universidad de Buenos Aires a los jóvenes, en tiempos de la Confederación Argentina rosista, leemos lo siguiente: "(...) debemos citar el decreto del 25 de mayo de 1844, por el que se fijaron las condiciones requeridas para enseñar [en la UBA y en otras instituciones educativas públicas]. "Los considerandos hablan de que la educación pública no solo debe perfeccionar la razón, sino también garantizar el orden religioso, social y político; que ello echa los cimientos del espíritu nacional y el gobierno debe velar porque no se enseñen doctrinas contrarias a las costumbres, principios políticos y tranquilidad del Estado", y porque "se formen ciudadanos capaces de desempeñar con buen éxito los empleos públicos"; que cualquier desvío de esa línea "viene a ser más funesto por el abuso mismo de la ilustración adquirida sin la dirección conveniente"; y para eso los educacionistas debían "reunir condiciones de sólida virtud, sana moral religiosa, buenas costumbres y patriotismo inequívocamente acreditado".
Entre tanto, en junio de 1948 el teniente general Juan D. Perón expresaba: "Queremos una universidad con alma argentina, que llevando en su seno toda la civilización greco-latina y la cultura que heredamos de España, transforme nuestra Patria de asimiladora de cultura en creadora de cultura".
Por eso ahora, en pleno siglo XXI, los responsables de la Agrupación Patriótica AURORA en el sector universitario siguen dichos mandatos históricos, para evitar las frustraciones que las usinas del marxismo cultural y la economía liberal esperan escupir contra las futuras generaciones de argentinos. Las teorías que se enseñan sobre una cultura subversiva y una dinámica económica especulativa y usurera, ambas difundidas con placer por quienes lograron acomodarse en los claustros y decanatos tras el ilegítimo y mendaz golpe de Estado sinárquico de septiembre de 1955, desde hace años ya tienen a sus opositores: somos nosotros.
Y para posicionarnos en esta nueva batalla que el presente histórico posmodernista nos depara, la cual descarta, cuando es necesario, el uso de las armas y la violencia, haremos nuestro un principio que se fomenta y pone en práctica en centros de estudios geopolíticos y, cuando no, de signo nacionalista: "El campo de batalla está en la mente del enemigo". Y agregamos: también en los símbolos.
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