A la izquierda de la imagen, doña Estela Gastiazoro de Montiel Belmonte, y, a su lado, María Delicia Rearte de Giachino, madre del capitán Pedro Giachino, primer héroe caído en la Guerra de Malvinas. Circa 1984/85.
Con mucho pesar hemos recibido la noticia del fallecimiento de doña Estela Gastiazoro de Montiel Belmonte, señora esposa del ex Secretario de Asuntos Históricos del Comando Nacional de la Alianza Libertadora Nacionalista, don Jorge F. Montiel Belmonte. El deceso se produjo en las primeras horas del lunes 11 de enero de 2010, a la edad de 87 años.
Hasta último momento mantuvo inalterables sus ideales de Dios y de Patria, con los cuales supo acompañar a su esposo desde que éste se enroló, por el año 1937/38, en la Alianza Libertadora Nacionalista. Ambos contrajeron matrimonio en 1941. Los avatares de la política argentina no hicieron flaquear dicha unión; así, de ese modo, cuando se realizaba alguna manifestación o cuando se inauguraba un "Fortín" de dicha organización, Estela siempre estuvo junto a su esposo en la dura vida militante.
Fue en todos esos años que llegó a conocer a distintas personalidades del pensamiento nacional, como ser: Manuel Gálvez, Hipólito Francisco Uzal, José María Rosa, Miguel de Unamuno, Padre Leonardo Castellani, Walter Beveraggi Allende, al ex coronel Mohamed Alí Seineldín, Enrique Pavón Pereyra, Jorge Oscar Sulé, Raúl Scalabrini Ortiz, Federico Ibarguren, Marcelo Sánchez Sorondo y un largo etcétera que sería de difícil medición.
Su marido Jorge Montiel Belmonte no fue otro que el hacedor de la Gran Cruz de Acero de Vuelta de Obligado, la misma que hoy yace en las barrancas del río Paraná. El mérito de esta obra está en que el propio Montiel Belmonte la solventó, en momentos en que presidía la Comisión de Homenaje y Monumento a los Héroes de Vuelta de Obligado. En un documento se lee que la Cruz se llevó a cabo "sin pedir un centavo a nadie -ni aceptarlo-. Con las puertas abiertas a todos cuantos quieran trabajar con nosotros y aportar lo que puedan (sobres, papel, franqueo, alguna impresión, etc.)". La Gran Cruz de Acero de Vuelta de Obligado fue puesta en el histórico lugar el 19 de noviembre de 1976 (Para más información, observar el siguiente enlace: http://www.revisionistas.com.ar/?p=2272).
Seguramente como premio a su compañerismo, doña Estela Gastiazoro de Montiel Belmonte fue nombrada "Madrina" de la Gran Cruz de Acero de Vuelta de Obligado, compartiendo dicho honor con la señora María Teresa Scasso de Pettigiani, sobrina del almirante León Scasso. A su vez, como "Padrino" de la Cruz fue elegido este último, un viejo camarada y amigo de Jorge Montiel Belmonte de los años en que ambos militaban en la nombrada Alianza Libertadora Nacionalista. El "Padrinazgo" vino el 21 de julio de 1974, al cumplirse veinte años de la muerte del almirante Scasso, en un acto realizado delante del sepulcro en el cementerio de Flores, Buenos Aires.
Un oficio del 5 de mayo de 1977, con remitente de la Comisión de Homenaje y Monumento a los Héroes de Vuelta de Obligado, legitimaba la transferencia de toda la documentación del teniente coronel Exp. al Desierto Evaristo Ramírez Juárez -primer cronista de la batalla de Vuelta de Obligado- a Jorge Montiel Belmonte, por intermedio del profesor doctor Cyro Rolando Ramírez Juárez, hijo del militar. Entre las rúbricas que hay al pie del documento, figuran la de Estela Gastiazoro y la del historiador Francisco Hipólito Uzal.
Estela Gastiazoro adhería a las figuras del federalismo argentino, a las montoneras gauchas que había estudiado a la par de su esposo. Tampoco dejaba de rescatar la obra social que había llevado a cabo Juan Domingo Perón en los años 40 y 50 del siglo XX. Ya durante su vejez, no concebía que en las escuelas argentinas "no se sepa nada sobre lo que fue Vuelta de Obligado", asignatura que ella conocía de memoria y por la que gastó gran parte de su vida, al igual que lo hiciera su cónyuge.
Al fallecer Jorge Montiel Belmonte en febrero de 2005, Estela no quiso que la inmensa biblioteca personal que él tenía quedara en el olvido. Con la ayuda de gente que la conocía desde hacía varios años -incluso a su esposo-, en 2008 se hicieron dos grandes donaciones a la Biblioteca del Regimiento de Infantería I 'Patricios'. La mayoría eran libros referidos a la historia revisionista argentina, con varios títulos inhallables por la antigüedad de los mismos.
Nacida en una zona rural de la provincia de Buenos Aires, donde su padre tenía un almacén de ramos generales, pasó una respetable vejez en su humilde vivienda del barrio porteño de Mataderos, llena de recuerdos, de anécdotas con personas que ya no existían y amparada bajo un inmenso retrato del Restaurador de las Leyes que decoraba una de las paredes del hogar. Y a pesar de los contactos que tenía su marido (muchos que aún viven), ella y él jamás abandonaron la austera y digna existencia que Dios les otorgó.
Creemos que con ella se fue buena parte de la memoria de una antigua generación de luchadores del nacionalismo argentino. Fue parte de la primera generación en serio que se atrevió a fomentar la biografía de un Rosas o un Artigas como próceres de la patria. Fue parte de aquellos argentinos que creyeron en la Argentina Potencia que se esfumó por la avidez de los traidores y el avasallamiento de los ignaros.
Que En Paz Descanse, doña Estela Gastiazoro de Montiel Belmonte.
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